Tú que has llenado mi vida de luz,
con sólo escucharte comprendo
que hay algo mejor que lamerse
las heridas y lamentarse en silencio.
Tú que me das lo que nunca soñé.
No es esperanza, algo más real,
como es verte y saber que nada irá mal.
Tú que eres mi cielo sin siquiera saberlo,
haces que mande mi infierno al infierno.
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